jueves, 3 de diciembre de 2015
Selva Casal, segunda entrega
Estoy pero no estoy
Ni el aire ni la tierra
Ni los hombres que habito llegarán a explicarme
Atravesé los bosques más profundos
Ya está olvidado todo lo aprendido
Todo lo aprendido en los mapas y los caleidoscopios
Debimos haber vivido juntos
Escalar las montañas cruzar los ríos
Yo no develaré tu rostro
Guardaré el secreto
Todos los bosques te pertenecieron
Vi amanecer la noche
Estoy y ya no estoy
Los deberes oscuros la sapiencia
El rumor de la puerta
Los siglos que vendrán
Cuando ya nadie pregunte por nosotros
Los asesinados
Cuando nada se pueda decir y caigan cuerpos estremecidos por la ira
El mundo demencial
Estalla
Resucitando muertos
Donde el tiempo no existe
De amor te sabe el aire
Y la montaña
Y el color de una foto
Como un gran cuchillo nos abre la memoria.
Saber que nada es cierto
Saber que nada de lo que vivo es cierto
Ampararse en la nada
Esto es la zozobra
Los días como piedras preciosas navegan
Desde un dios imposible
Esta carga terrible es un lugar de asombro
Existe dijo Él
Y yo existí
No es de tarde no es de noche
Y sin embargo espero
No sé qué pero espero
Mis ancestros deliran
Querían que yo fuera torero
O pastor entre las ramas verdes
Y encontrar aquella oveja que un día se perdió para siempre
Pero nadie puede decirle a un hombre nada
Yo pienso en mis ancestros
Culpables inocentes de tanto dolor de tanta alegría
Me gustaría abrazarles
Decirles que aun no sabemos
Ni de las estrellas
Ni de la vida
Ni del amor
Que como ellos al abrir los ojos cada mañana nos descubrimos solos.
Selva Casal, Biografía de un Arcángel, Montevideo, Estuario Editora,2012.
El miedo
El miedo de morir
el miedo de los cuartos oscuros
el miedo visceral
el miedo de la fama
el miedo del fracaso
qué es el miedo
una palabra encantadora y trágica
por la que descubrí una noche
con un rugir tremendo en mis entrañas
el miedo
porque está el miedo estamos
nos impide volar
ser nube
no nos deja ser como queremos
impersonales libres
el miedo tiene miedo
que nosotros podamos descubrir tanta belleza
tanto ser equilibrado y solo.
Uno no olvida nada
Uno no olvida nada
nadie olvida y no se sabe cómo
se construye una ciudad gigante
con huesos desencuentros
todo es invisible
nuestros ojos el aire
los golpes aquel día
desparece amor
no declares tu furia
no asoles enemigo mis últimas ventanas.
Los últimos ángeles de la tarde
En este lugar maravilloso vive la tristeza
maravillosos son los días que transcurren
y no sé por qué
yo tenía un sombrero con cerezas
un tío que se llamaba Juan
en el jardín enterraba los pájaros muertos
que siempre resucitaban eso era seguro
nada de esto volverá a ocurrir
no obstante eso respiro todavía
no me acostumbraré jamás ni a la muerte ni a la vida
si me siento a llorar dirán que estoy loca
si me quedo callada también
y tú dónde estás quién eres
por qué lees este poema
algunas flores se despiertan tarde
no puedo abandonar pensamientos de la nada
porque no sé lo que es morir y apenas lo sospecho
hoy que es lunes que es martes que es siempre
no sé a quién le hablo
ni por qué se suicidan de amor
mi casa no es mi casa
como si todos hubieran desaparecido por encanto
para después reencarnarse en locos vagabundos
para así atrapar
a los últimos ángeles de la tarde.
Selva Casal, En este lugar maravilloso vive la tristeza, Montevideo, Estuario Editora, 2011.
Selección Carolina Massola
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