De noche, cuando el péndulo del amor oscila
entre siempre y nunca,
tu palabra llega a las lunas del corazón
y tu ojo azul tormenta
tiende a la tierra el cielo.
Del lejano bosque, atezado de sueño,
nos llega el soplo de lo exhalado
y lo omitido ronda, tan grande como los espectros del futuro.
Lo que baja y se alza ahora
vale para lo soterrado en lo más hondo;
ciego como la mirada que intercambiamos
besa al tiempo en la boca.
Paul Celan
De Contraluz – Amapola y memoria –
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