1
Este es el lugar que no está en ninguna parte: avanza
en sentido contrario.
2
Escrito sobre el agua: para el rastro del pez, para la
huella del remo, para la sombra del ala. Escrito sobre
el agua: para ojos lavados con fuego.
3
Gloria a la niña que derramó el vaso de silencio.
4
En carne viva, separados por la espalda del sueño, y a
nuestros pies el cilicio incandescente.
5
Todo y siempre.
6
¿Por qué retroceder, por qué salir? Sólo allí éramos
nosotros, verdaderos: sólo en el laberinto éramos libres.
7
Guiadme, oh palomas, aunque no hay camino.
8
¿Será el pozo tan bello como el sueño del pozo?
9
Hoja inmóvil, ola inmóvil. Y la antigua queja: Que haya
un cambio.
10
Sin ojos, sin manos, sin huesos: sólo la voz incubando la
resurrección.
11
Porque hay en el corazón de todo invierno una primavera
que, si resistes, abolirá todo invierno.
12
¿El círculo blanco dentro del círculo negro?
¿El círculo negro dentro del círculo blanco?
13
Ahora yace en el no, con el sudario manchado de sangre
debajo de la cintura.
14
Lo que dijo la rama al laurel: cuando hayas contado el
último grano de arena habrás contado el primero.
15
Ennegreces, ennegreces en el más blanco de los blancos.
16
Nada en floración.
17
Vuelvo al lugar de donde nunca me moví. Desde tan lejos.
Hermoso, qué poeta. Gracias por compartir tan bella poesía.
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